Jugar, ganar y seguir compitiendo













Ganaste Ligas. Ganaste Champions. Ganaste Supercopas nacionales e internacionales, Copas del Rey y cualquier copa que se te cruzaba por el camino. Ganaste Mundial Sub 20 y Medalla Dorada. Costó más, pero ganaste Copa América, Finalíssima y Mundial. Ganaste premios individuales a más no poder, aunque siempre priorizaste lo colectivo. Te fuiste a Estados Unidos, quizá con la intención de bajar un cambio en tu carrera deportiva. Llegaste y a los siete partidos ganaste un campeonato, y te seguís enojando cuando perdés, o cuando fallás un gol, o un pase. 

Hoy, contra un rival inferior, en un partido que solo valía tres puntos, gritaste el gol con furia, enojo, rabia. Te desahogaste porque les habían anulado dos goles (uno justo a vos) y el rival recién había marcado el uno a cero. Lo empataste un minuto después. Y lo gritaste así, como lo refleja la foto. 

El tipo levantó la Copa más hermosa en Qatar, diciéndole a su familia "Ya está, ya está". Terminó la temporada en el PSG ganando un nuevo título y no tengan dudas de que se fue a Estados Unidos a seguir ganando. Quiere la MLS, quiere la Concachampions. Y seguro que, aunque conozca la realidad de su equipo y de sus rivales, debe querer ganar el Mundial de Clubes. Leo no va a ir a pasear al torneo, no tengo dudas de eso. 

*

Y si. Se va a seguir enojando cuando un compañero elija mal, cuando un árbitro cobre cualquier cosa o cuando él se equivoque. Porque si, por supuesto, él es su primer crítico. Sabe cuando juega mal, sabe cuando juega bien. Lo tiene bien claro.

Me imagino la cabeza de Leo cuando perdió finales, o partidos importantes. Se le habrá cruzado en su mente un montón de cosas. Jugadas, decisiones, cosas que hizo de una manera y la tendría que haber hecho de otra. Tarde. Ya está, también en esta ocasión. Cuando el árbitro pita el final, se acaba todo. Sea triunfo o derrota, ya está.

Pero cuando ganas, tu cabeza también labura. Sabes internamente cuán importante fuiste en el triunfo o no. Creo que en más del 90% de los títulos que ganaste, fuiste pieza clave. El mejor jugador, sin lugar a dudas. Quizá la primera Champions con el Barcelona, o la primera Liga. O esa Supercopa que no jugaste, pero como estás anotado en la lista de buena fe te dan como parte del título. ¿Y en la última Copa América? Yo creo que también, más allá de la felicidad por el bicampeonato obtenido, en tu mente estuvo la crítica. No fue la mejor Copa para vos, tanto a nivel estadístico como en influencia. De hecho, te perdiste partidos o momentos por lesión, y pucha que, a pesar de haber ganado, se te extrañó...

*

¿Qué vamos a hacer cuando no juegues más? Difícil responder. Desde ya que voy a extrañarte, cada domingo o miércoles que no juegues con tu club, o en cada convocatoria a la Selección en la que tu nombre y apellido no figure más. Va a ser duro.

Tendré que encargarme de escribir mucho sobre vos, para que las nuevas generaciones (incluyendo a mi querido Mateo) te conozcan bien. Habrá gente que se encargará de hacer videos, fotos, canciones, películas, series. Yo, por mi parte, escribiré. Muchos otros también lo harán, claro está. Sacaré a través de mis palabras cada sentimiento que tenga atravesado, porque quizá charlando con otras personas no logren entenderme. Vos del otro lado del papel se que vas a estar igual que yo, queriendo que esta historia no termine nunca...

*

¿Qué loco, no? Empecé escribiendo sobre vos porque me sigue sorprendiendo lo competitivo que sos, a pesar de jugar un partido contra uno de los peores equipos de la liga y que no define absolutamente nada. Inevitablemente, el texto se fue transformando en una nostalgia imposible de gambetear. Debo saber, en mi inconsciente, que se acercan los últimos partidos. ¿Cuánto quedará? ¿Un año más? ¿Dos?

No quiero sonar egoísta, pero no te retires nunca. O hacenos el favor, a todos tus fanáticos, de grabar cada partido en el patio de tu casa, o en un Inter country, o en una liga local. Cualquier cosa que hagas con una pelota y que sepas que nos hará felices para siempre.

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Que estés sonriendo

Helicóptero sin H