La alegría de jugar a la pelota
¿Qué lindo sería trabajar de algo que te gusta y estar feliz mientras lo haces, no? Sin importar presiones, exigencias, resultados. No es fácil y creo que es uno de los desafíos más grandes que tenemos los adultos: estar en un espacio laboral donde la pasemos realmente bien. Si llevamos este análisis al fútbol amateur, queda claro que es un deporte que nos fascina, pero que no nos pagan por practicarlo. Es más, solemos abonar nosotros distintas sumas de acuerdo a si es un simple amistoso o si nos inscribimos a un campeonato. A pesar de jugar algo que nos encanta y que es un hobby, muchas veces nos tomamos cada partido muy en serio, queriendo derrotar a nuestro rival, mínimamente, por el honor y el orgullo que genera la victoria. Los jugadores de fútbol profesional, en cambio, tienen la hermosa experiencia de trabajar de lo que les gusta y apasiona, ganando dinero por hacerlo (en algunos casos, exorbitantes sumas que ni en diez vidas creo que puedo llegar a conocer). No obstante, cuan